11 sept 2014

Bajtín y las casetas de feria

Desde que el mundo es mundo, los seres humanos han amado el circo por encima de las bibliotecas, y han preferido las bebidas espirituosas a los lexicones de latín. La ciudad provinciana en fiestas no es el escenario adecuado para reconciliarse con el capital emancipador de la humanidad. Por cada documento de cultura, se cuentan en verdad cientos otros de barbarie, de modo que, aunque haya que desdecir a Borges en esto, no parece dable un concordato entre el algebra y el carnaval. Y sin embargo, conviene recordar que la testa stultorum, como observara Mijaíl Bajtín es su célebre libro sobre Rabelais, era el contrapunto necesario a la vida de observancia, de recogimiento y repliegue en las esferas remotas del pensamiento o, en el peor de los casos, de la fe. Sin duda sabemos cómo son las "fiestas de los necios" pero, ¿como serían las de los listos? En el fondo, celebrar lo mundano es cosa menos preocupante que lo contrario.


2 sept 2014

Un Aristófanes por cada Sócrates

En la historia de la filosofía, los episodios de terror descuellan sobre las comedias. Hegel, en quien muchos han visto al culminador de un proyecto filosófico milenario, incluido él mismo, recuerda a la figura heróica y enfermiza que León Bloy asociaba con Nepoleón; y el hecho de que ambos dejarán sus prosecuciones insatisfechas, no hace sino demostrar cuán movidas estaban éstas por la megalomanía. Los filósofos, en suma, se pagan demasiado de sí mismos. Como bien ha observado Clément Rosset, son inhábiles y unidimensionales, casi siempre incapaces de ejercitar la autoironía. De tal forma que, a menudo, decir sistema es tanto como desencadenar el paroxismo, y la palabra totalidad sinónimo del horror. Por suerte, siempre nace un Aristófanes por cada Sócrates.