2 sept 2014

Un Aristófanes por cada Sócrates

En la historia de la filosofía, los episodios de terror descuellan sobre las comedias. Hegel, en quien muchos han visto al culminador de un proyecto filosófico milenario, incluido él mismo, recuerda a la figura heróica y enfermiza que León Bloy asociaba con Nepoleón; y el hecho de que ambos dejarán sus prosecuciones insatisfechas, no hace sino demostrar cuán movidas estaban éstas por la megalomanía. Los filósofos, en suma, se pagan demasiado de sí mismos. Como bien ha observado Clément Rosset, son inhábiles y unidimensionales, casi siempre incapaces de ejercitar la autoironía. De tal forma que, a menudo, decir sistema es tanto como desencadenar el paroxismo, y la palabra totalidad sinónimo del horror. Por suerte, siempre nace un Aristófanes por cada Sócrates.

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